Cómo superar las crisis de ansiedad y ataques de pánico

ataques de pánico

Cómo superar las crisis de ansiedad y ataques de pánico - PsicoÓptimaSiempre explico a las personas que acuden a PsicOÓptima con este problema, que las crisis de ansiedad son como la montaña de hielo a la que llamamos iceberg. En realidad, son sólo una parte visible de lo que ocurre en nuestro interior. Lo que las provoca es algo que está en nuestro inconsciente como un conflicto no resuelto que nos hace daño, porque aún no lo hemos superado, y que tiene los ataques de ansiedad como síntomas visibles.

Puede haber también, como predisponentes, según algunos estudios biologicistas, condicionantes físicos como una mayor vulnerabilidad neurológica o debilidad por el consumo de drogas o el síndrome de abstinencia de éstas.

Los ataques de pánico y la ansiedad son un trastorno que puede sufrir cualquiera, no son más que una reacción por un exceso de estrés, por ejemplo.

En ese sentido, los ataques de pánico suponen un descontrol del miedo. La ansiedad genera unas reacciones físicas en el organismo que no son malas, son mecanismos de defensa para activar al máximo nuestro sistema nervioso y muscular para protegernos de ataques externos.

El problema viene cuando el motivo del miedo es desconocido para nosotros porque está anclado en nuestro inconsciente. Sentimos los mismos síntomas que si un depredador terrible nos estuviera atacando y fuera a devorarnos: taquicardia, sudoración, mareos o sentido de la desrealización (la cabeza «nos da vueltas»), dolor de estómago o ganas de vomitar y diarrea, etc.

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Ataques de pánico que no entendemos

Ante estos síntomas de miedo extremo que nos son imposibles de controlar, sin que haya una causa palpable, podemos llegar a creer que nos estamos volviendo locos o que nos está dando un infarto. Las consultas de urgencias reciben a diario a muchos pacientes que creen que es ésto lo que les está ocurriendo, y quedan muy sorprendidos cuando les recetan un ansiolítico.

El cerebro consciente busca una causa para el miedo y al no encontrarla ni poderlo controlar, la sitúa en algo que hay en su entorno en ese momento y que además quiere evitar en el futuro, porque lo asocia con la crisis de ansiedad, y así es cómo nosotros mismos creamos las fobias.

La más común es la agorafobia o claustrofobia, el motivo es evidente, relacionas el miedo al espacio en que estás, es lo más fácil. Si estás en un espacio abierto, fuera de tu hogar, pones tu sentimiento de miedo fóbico en los espacios externos y padeces agorafobia. Si es un espacio cerrado, asocias el pánico que sientes y del que no puedes escapar al espacio cerrado en que te hallas.

Posturas de evitación

El paciente que sufre de ansiedad evita una y otra vez los lugares, hechos o circunstancias donde se le produjeron los ataques de pánico. De este modo, sobredimensiona su miedo y entra en el círculo vicioso de las fobias que, de no tratarse, pueden durar años. Por eso, en la psicoterapia de PsicÓOptima aprenderás técnicas para afrontar el miedo y controlarlo.

9 pasos para superar los ataques de ansiedad

Estas son algunas estrategias para sobreponerse a los ataques de pánico:

1. Aceptar los síntomas y conversar con nosotros mismos asumiendo que, transcurridos unos minutos, desaparecerán sin que nos ocurra nada y podremos hacer todo lo que queramos.

2. Relajarnos usando la respiración abdominal o diafragmática. Respira hondo, mantén unos segundos el aire dentro de los pulmones y espira lentamente. Concéntrate en esta acción o haz algo que te distraiga, como ducharte, limpiar o pasear.

3. Parar el pensamiento negativo. Hazlo de un modo rotundo, dite a ti mismo una palabra clave como «stop» de forma que detengas la secrección de adrenalina y otras hormonas que producen las glándulas suprarenales.

4. Confrontar los pensamientos negativos sustituyéndolos por positivos repetidamente, de manera que la contradicción se haga automática. Como si le hablaras a la ansiedad tratando de calmarla.

5. Evitar aquello que relacionamos con la crisis de ansiedad, porque si lo hacemos una y otra vez sobredimensionaremos el miedo a esa circunstancia o lugar y generaremos la fobia.

6. Preveer que habrá recaídas, pero sabiendo que cada vez serán menos frecuentes e intensas. La terapia es un proceso en que habrá subidas y bajadas. En tres meses aproximadamente empezarán a aminorarse o incluso, si son leves, a desaparecer. Pero el proceso definitivo puede durar hasta dos años.

7. Evitar depender de la ayuda de otros. El ataque de pánico o ansiedad es tan desagradable que si encontramos alivio acompañados de un familiar podemos llegar a hacernos dependientes de esa persona, por ejemplo, padres, hermanos o hijos.

8. Proponernos metas de superación de estancia ante los elementos o circunstancias fóbicas. Hacer registros y celebrar nuestro avance.

9. Ir dejando progresivamente el ansiolítico recetado, siguiendo las pautas que el médico te indique. Los ansiolíticos son como un bastón para soportar el síntoma pero, hasta que no seas capaz de afrontar tus miedos, no conseguirás superarlos definitivamente.

Ánimo y busca ayuda psicológica, lo superarás para siempre.

Imagen: Freely Photos