El deseo sexual hipoactivo tiene como definición un estado de poco interés sexual, que lleva como consecuencia una serie de dificultades e imposibilidades para tomar la iniciativa en las relaciones sexuales o como respuesta al deseo de su pareja. El origen puede ser primario, es decir, la persona nunca ha tenido interés por la sexualidad, o también puede ser secundario en el caso de que antes sí lo tenía pero ahora, por distintas causas y factores, ha disminuido o lo ha perdido totalmente. Por otra parte, también puede ser temporal con la pareja con la que esté: quizás sienta interés hacia otras personas pero hacia su pareja no o también en general, que en un momento de su vida, derivado de situaciones estresantes o traumas profundos, carezca de interés sexual hacia cualquiera. Para ponerle solución, la visita a un especialista podrá ayudar a resolver en pocas sesiones un problema que aleja a cada vez más gente de disfrutar de una vida sexual plena, divertida y sana.
La aparición de esta disfunción puede surgir indistintamente en hombres y mujeres. En el caso de ellas, el 66% de las que padecen menopausia presentan deseo sexual hipoactivo. Casi la totalidad de estas mujeres sienten que sus relaciones emocionales y su vida en general se ven afectadas gravemente. En los hombres, la frecuencia es aún mayor, ya que se encuentra presente en el 70% de los pacientes que son mayores de 50 años.
Este porcentaje se puede ver aumentado proporcionalmente con el aumento de edad. También hay que tener en cuenta que simplemente puede ser una discrepancia puntual en el que los niveles de interés sexual entre los miembros de la pareja no sean los mismos, por lo que hay una falta de entendimiento y no se llegará a un acuerdo, a menos que se pongan en manos de un profesional que asesore y ayude a conseguir un punto en común.
Síntomas frecuentes del deseo sexual hipoactivo
Para iniciar un tratamiento del deseo sexual hipoactivo, debemos clasificar las causas entre las de origen orgánico a la de los factores psicosociales, aunque se puede dar el caso de que ambas coexistan en un mismo paciente. Las orgánicas se pueden deber a enfermedades como la insuficiencia cardiaca renal, hepática y diabetes. También se puede dar durante la menopausia o la andropausia, donde la testosterona disminuye más de lo esperado. Otros factores externos como el consumo de un gran número de medicamentos, alcohol o tabaco son los culpables de la aparición del deseo sexual hipoactivo.
Dentro de las causas psicosociales se identifica como causa principal el estrés, después los problemas de relación, tanto en el ámbito de la falta de comunicación, conflictos o falta de tiempo para estar a solas. También es cierto que si la pareja está pasando por un mal momento o uno de los miembros necesita un espacio propio para seguir avanzando ya sea profesional o personalmente, también el interés sexual se verá afectado.
Ante un problema de deseo sexual hipoactivo, lo mejor es acudir a una terapia dirigida por un sexólogo, con el fin de recibir ayuda mediante un tratamiento específico y de esta manera evitar otras disfunciones derivadas de la pérdida de sexualidad. El profesional analizará la situación y empleará las técnicas necesarias para que la comunicación entre todas las partes sea fluida y positiva.
Para ello, hay que distinguir sobre todo si esta disfunción se produce o no por causas orgánicas, ya que si existe un problema biológico, se necesitará la ayuda de un médico especialista.
El deseo sexual hipoactivo cada vez es más frecuente en personas de todas las edades, por lo que si lo padece, no dude en acudir a un especialista en sexología para ponerle remedio.
Mediante un tratamiento en pocas sesiones se solucionará un problema que puede estar afectándote durante mucho tiempo. Desde Psicoóptima te invitamos a contactar con nosotros. Estamos encantados de ayudarle.