A muchos hombres , les ha pasado alguna vez el sufrir un problema puntual para tener una erección, sobre todo si existe cansancio, estrés o están bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, cuando la impotencia ocurre asiduamente, se debe poner remedio mediante los consejos y tratamientos de un expert@ en disfunción eréctil: una afección frecuente que si no se trata con profesionales puede llegar a perjudicar a las relaciones de pareja, familiares, laborales y sociales.
Reconocer que se padece de disfunción eréctil y acudir a un especialista para comenzar un tratamiento es, en la mayoría de las ocasiones, un proceso muy difícil de ejecutar debido a las presiones sociales y personales, en las cuales se trata a este tema como un tabú o una vergüenza. Pero lo cierto es que es muy frecuente y normal que muchos hombres padezcan de impotencia sexual, una afección que puede llegar a bloquear la vida diaria y que se puede solucionar en meses con la terapia sexual adecuada.
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Diferentes tipos de disfunción eréctil
Tradicionalmente se han establecido tres tipos de disfunción eréctil por cuestiones didácticas: psicogénica, orgánica y mixta.
Aunque esta clasificación es cierta, en un caso de impotencia existen varios componentes, tanto físicos como psicológicos, que pueden afectar al agravamiento de la incapacidad erectora.
La disfunción orgánica se puede originar por causas vasculares, neurológicas, hormonales y farmacológicas. En las vasculares, el pene no acumula la sangre necesaria para obtener una erección. En el caso de las causas neurológicas, el problema viene con la interrupción de la transferencia de mensajes del cerebro al pene porque existe una lesión. Una de las más extendidas son las causas farmacológicas, ya que existen medicamentos que tienen como efecto secundario disminuir la capacidad de una erección.
En el caso de la impotencia psicogénica, se basa en la ansiedad o miedo a un desempeño inadecuado en el acto sexual, ya sea por poca duración o por poca dureza en la erección. La exigencia con uno mismo no es buena, ya que hay que cuidar que la pareja quede satisfecha, pero también uno mismo.
Por otra parte, los factores predisponentes de la disfunción eréctil psicológica se divide en tres grupos: factores inmediatos, acontecimientos vitales traumáticos o una vulnerabilidad desarrollada durante la infancia o adolescencia.
Factores que intervienen en la disfunción eréctil
Los factores que influyen en este tipo de impotencia suelen ser una educación moral y religiosa restrictiva, una escasa o errónea información sexual, experiencias traumáticas durante la infancia o adolescencia, trastornos de la personalidad o modelos paternos inadecuados. Otras razones más puntuales que provocan una disfunción eréctil pueden ser un estado de depresión, estrés, expectativas exageradas en el sexo, infidelidad o falta de compatibilidad con la pareja. Como podemos observar, las causas que originan una disfunción eréctil son muchas y variadas, algunas de más envergadura que otras, pero todas con el mismo grado de importancia para ser tratadas por profesionales.
Igualmente, los factores que provocan que esta insuficiencia se mantenga en el tiempo son diversos y originados por multitud de situaciones y sentimientos. Algunos de ellos son la inseguridad por no tener una suficiente durabilidad en la erección, el sentimiento de culpa, la escasa confianza o atracción entre los miembros de la pareja, la baja autoestima o miedos y fobias específicas.
La intervención sexológica para poner remedio a la disfunción eréctil está formada por unas pautas dirigidas a tratar la impotencia de carácter psicogénico, además de mejorar el tratamiento con fármacos en la disfunción eréctil de carácter orgánico. Por otra parte, también se procederá a la recuperación de la respuesta sexual en los casos dónde los fármacos no han surtido efecto.
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Blanca Isabel Soria Arranz
Sexóloga