¿Elegirías la palabra amor como sinónimo de felicidad?

¿Elegirías la palabra amor como sinónimo de felicidad? - PsicoÓptima
Amor como sinónimo de felicidad.
Puede que sea amor, o puede que sea otra palabra que exprese otra realidad. Pero estarás de acuerdo con que puedes llegar a la felicidad en el amor o a través de él. Por lo menos temporalmente.

Para ciertas personas el amor es lo más importante, no pueden imaginar vivir sin amor de pareja. Para ellas el abandono o la pena por desamor es terrible, casi como si nunca pudieran llegar a recuperarse de un dolor así. Yo creo que la ausencia de todo tipo de amor es muchísimo peor que no tener amor de pareja.

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El amor como sinónimo de felicidad en nuestra cultura

Sobre el amor como sinónimo de felicidad se han escrito infinidad de poemas, canciones, se ha filosofado y se ha estudiado hasta el infinito. Seguramente se ha escrito más sobre él que sobre ningún otro asunto. Sobre las alegrías y tormentos que puede llegar a producir. Y hay frases y refranes alusivos a él en todos los idiomas y diferentes culturas. Sobre su fuerza, por ejemplo, encontramos el dicho de que «el amor mueve montañas”.

Pero, ¿estamos hablando del amor o de la pasión?

Para la mayoría de las personas el amor en la pareja es sinónimo de pasión, lo que en Occidente llamamos enamoramiento en su primera fase. Para otras, el signo del amor verdadero es más bien el cariño seguro y a largo plazo, el apego.

¿Y tú? ¿Qué prefieres? ¿La intensidad de la pasión o la continuidad y estabilidad del apego?

¿La emoción (pulsión) o el sentimiento (razón)?

La pasión o enamoramiento primigenio se reconoce por cinco elementos, o síntomas, fundamentalmente:

1-La persona objeto de tu pasión asalta tus pensamientos de forma incontrolable. Anhelas día y noche su presencia. Tus amigos y familiares te encuentran distinto/a. Tienes en ocasiones la sensación de perder el control de tus emociones.

2-Tiendes a pensar que tu amado/a no tiene defectos, como si hubieras encontrado tu alma gemela que estabas buscando toda la vida. Piensas que es totalmente distinto a todos los que habías conocido anteriormente. Que es el hombre o mujer de tu vida. Que “por fin” os habéis encontrado.

3-Vives con la esperanza de que esta atracción sea recíproca y te da pánico la idea de perder la fuente de tantos intensos placeres. Es como si vivieras “de amor y de aire”, ansiando que aquello dure para siempre, con temores repentinos de que aquello muera.

4-Tus emociones de alegría y tristeza son verdaderas montañas rusas: toda muestra de amor de la persona deseada te arrebata, pero cualquier rechazo o vacilación de su parte te angustia. Puedes llegar a sentir además una excitación sexual casi permanente. A sentir una felicidad que te eleva hasta el cielo pero que puede hundirte hasta sentir que mueres si te rechazan.

5-Realizas un gran despliegue de energía para agradarla, seducirla, conquistarla. Por nada del mundo quieres disgustarla o hacer que huya.

Tienes la convicción de ser uno con esa persona, deseas que el tiempo se pare en ocasiones, cuando no está puedes sentirte solo en medio de la multitud o estando acompañado de personas a las que quieres y por las que eres querido.

Chaucer dijo que “el amor es ciego” y Beigbeder añadió que el amor “dura tres años”, naturalmente se referían al amor-pasión no al amor-apego,que caracteriza a los enamorados de largo recorrido. De hecho es la pasión la que es ciega,la vida cotidiana compartida es la que “nos devuelve la vista”.

Pero esta pasión es la esencia de la vida, la que engendra todo, no estoy desvalorizándola porque tenga parte de su origen en una pulsión que la naturaleza ha puesto en el cuerpo del ser humano para asegurar la supervivencia de la especie.

De hecho, no es sólo esto y las modernas tecnologías dan fe de ello con el enamoramiento virtual que ha hecho a algunas personas atravesar continentes y abandonar su lugar de origen y familia para unirse a otra a la que sólo conocían por vídeo-conferencia.

El amor-apego

El amor apego se desarrolla o no a medida que conocemos a la persona que ha suscitado nuestra pasión. El amor-apego es, pues, la consecuencia de una reflexión tomada a partir del conocimiento de cómo se comporta el otro.

Nos lleva a un compromiso de prolongarnos en el futuro y compartimos por decisión propia con la otra persona proyectos para pasar nuestra vida con ella. Tener hijos es uno de los más importantes, sin duda, pero puede haber otros de igual importancia para otras parejas que optan por no tenerlos o a las que les es imposible.

Cuando una persona siente un apego seguro establece un compromiso de lealtad hacia la otra persona que supone respeto por sus necesidades y sentimientos, cuidado para favorecer que puedan realizarse, así como un apoyo y aceptación casi incondicional.

La antropóloga canadiense Helen Fisher, que se especializó en el estudio del cerebro enamorado, define el verdadero amor como “una pulsión biológica hecha de deseo sexual, amor romántico y apego”. Cuando estudia el cerebro de la persona enamorada, ve que coincide en muchos puntos de su estimulación con el cerebro de aquella que se siente feliz.

Blanca Isabel Soria Arranz

Sexóloga

Imagen: Caravanalive