Renueva tus rutinas sexuales repetidas para aumentar el deseo en tu pareja

Renueva tus rutinas sexuales

Renueva tus rutinas sexuales repetidas para aumentar el deseo en tu pareja - PsicoÓptima

Sin darnos cuenta, repetimos con nuestra pareja estable siempre los mismos gestos, los mismos escenarios, las mismas palabras. Cuando la rutina se instala, el deseo se extingue. Intentad lo antes posible daros cuenta para erradicarlo de vuestra vida sexual y abriros a la creatividad, es decir, renueva tus rutinas sexuales.

Intentad renovar vuestro escenario sexual de repetición

Primera advertencia: no cedas a la tentación, fácil y peligrosa, de responsabilizar a su pareja totalmente de la monotonía en que ha caído vuestra vida sexual. Comienza por preguntarte qué responsabilidad tienes tu en la rutina a la que habéis llegado y renueva tus rutinas sexuales.

Cuando estés a solas: escribe con detalle describiendo cuál es vuestra rutina. Elige un tiempo en que te sientas en buena armonía con tu pareja.

En una hoja de papel, anota todos los detalles: horario, lugar, preliminares, posiciones, caricias, etc… Después, elabora un plan de sustitución, integrando tus deseos, vuestras ideas y vuestra inspiración. Esto os permitirá entonces ser conocedores de vuestra responsabilidad activa en la relación y de sorprender agradablemente al otro…

En pareja: abandona los reproches y las tensiones y concéntrate en el deseo de pasar los mejores momentos juntos. En ese espacio de intimidad cómplice podéis hablar de vuestra rutina y planear cómo cambiar para no limitar vuestra sexología por la inercia del día a día. Sin olvidar que sois pareja, no adversarios.

¡Deshiníbete, suéltate!

¿Sabes que es necesario experimentar una sana agresividad sexual para encender el deseo y aumentar el placer? Pero cuidado, agresividad sexual no quiere decir violencia. De lo que hablamos aquí es del apetito del otro, del deseo de conectar y de abandonarse.

La violencia sería lo contrario: la voluntad de negación o de destrucción del otro. Imposible de conectar con esta fuerza sexual primitiva, si no se separa de la violencia.

El dejarse llevar por esta pasión primaria nos une en un placer psicoafectivo estimulante y cómplice en pareja.

Renueva tus rutinas sexuales con algunas ideas

1-Jugar al rey y la reina

Innovar, deshinibirse, aprender a dar y recibir, tales son las experiencias a las cuales este juego nos debe llevar. Como en la tradición tántrica en que el yang es el hombre y el ying la mujer, en nuestro juego habrá rey y reina.

Las reglas del juego: la pareja se pone de acuerdo sobre quien será el rey o la reina durante una jornada de intimidad, una tarde, un día libre, unas horas que vayáis a pasar juntos. Cada uno pedirá al otro lo que desee en cada momento, decidiendo el lugar, la decoración y el menú erótico detalladamente -qué caricias, que fantasías, que experiencias sensoriales o sensuales-. Dejad de momento de pensar en vuestros deseos para realizar los del otro y cuando os toque ser el rey o la reina, formulad los vuestros detalladamente, e incluso escribídselos, sin miedo al ridículo o a parecer perverso/a, en la realización de aquello en que os sintáis complacidos. (Naturalmente, los juegos deben ser sanos, seguros y consensuados en todo caso, pero hay que consultarlos si son transgresores)

Renovad vuestras formas de seduciros

El objetivo: sorprender a tu pareja.

La novedad es uno de los mayores estimulantes sexuales.

• Cambia de fragancia, deja su huella en su ropa, en su piel. Llena tus cabellos, nuca, senos y zonas íntimas de sensaciones inéditas. La memoria se activa muchísimo con los aromas, te recordará todo el día.

• Edita tu imagen. Permítete fantasear con las distintas imágenes que hay en ti, en tu personalidad y en tu imaginación. Y sácalas ante tu pareja. Propón juegos de roles.

• Renueva la decoración, las luces, los sabores si vas a cocinar. Cambia los sitios de encuentro. Insinúate en lugares públicos. Explora distintos sitios de vuestra casa, no solo el dormitorio. Prepara noches románticas…

• Pero también cambia la frecuencia y la duración de vuestros encuentros. La forma de acariciar o besar.

Nuestro cerebro reacciona en función de los estímulos eróticos que recibe. Así, basta para las parejas de largo recorrido echarse una mirada o tocarse de una determinada forma para que el cerebro capte el mensaje y se programe para la función sexual. Pero el reverso de esta medalla es la costumbre. La repetición de los estímulos, debilita las sensaciones. Por lo que es necesario, cada cierto tiempo, renovar estos.

Blanca Isabel Soria Arranz

Sexóloga, Psicoterapeuta Experta en Terapia de Pareja

Imagen: Freepik