Vivir estresado pasa factura en todos los ámbitos, también entre las sábanas: las parejas tienen menos relaciones sexuales y de menor calidad. «La ansiedad y el cansancio, pero también la pereza y la incomunicación verbal y no verbal, están rebajando el interés sexual de las parejas», explica la sexóloga Francisca Molero, vicepresidenta de la Federación […]
La inapetencia sexual crece por la ansiedad y la incomunicación.
