Claves para despertar el bajo deseo sexual que provoca el vaginismo

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Claves para despertar el bajo deseo sexual que provoca el vaginismo - PsicoÓptima

A menudo el dolor que experimentan las mujeres en el acto sexual se convierte en un tema tabú. El placer es una sensación de excitación que genera la apertura y lubricación de la vagina, pero en ningún caso el coito debe consistir en una introducción incómoda y lastimosa para la mujer. Sin embargo, debido a que muchas asumen una especie de desagrado en sus relaciones íntimas, que achacan a su bajo deseo sexual, terminan por aparcar el tema en lugar de buscar una solución. Es una manera de evitar el mismo. De hecho, esa disminución de ganas no es la causa sino una consecuencia del dolor.

A día de hoy existen múltiples razones por las que el deseo femenino ante el sexo se aplaca. Por ejemplo, se ha comprobado que algunas situaciones físicas concretas provocan vaginismo, un espasmo involuntario con la contracción o prolapso del tercio inferior de los músculos vaginales, que hace imposible la penetración. Estamos hablando de cualquier tipo de accidente, trauma o incluso el parto. Ahora bien, tanto éste como el dolor coital, o dispareunia, que puede ubicarse en otras zonas del conducto vaginal, se generan en la mayoría de ocasiones por causas psicológicas que lo hacen crónico. Y es ahí donde hay que buscar ayuda.

Terapia para corregir el bajo deseo sexual

Los años de experiencia que acumulamos en Psicoóptima nos han permitido enfocar la atención a nuestras pacientes desde una perspectiva individual, basada en la confianza que ellas tienen en sí mismas o hacia sus parejas. Es más, el vaginismo suele empezar por el dolor coital en cuanto la mujer o su ginecólogo/a intentan introducir algo y acaba en la imposibilidad de tener relaciones por la asociación al sufrimiento.

Lo que proponemos es un espacio de intimidad donde la paciente pueda desahogarse y encontrar, con ayuda profesional, las causas al por qué de esa negativa para descubrir lo que le genera placer. Paralelamente a ello, se evaluará la posibilidad de realizar ejercicios sexuales -de forma particular inicialmente y con la posible ayuda de la pareja después– que eliminen la sensación de dolor e incentiven el bajo deseo sexual.

Una vez que nuestros profesionales han diagnosticado el nivel de la situación, tenemos un gran abanico de soluciones con las que hacer sentir mejor a la paciente. La terapia cognitiva conductual eliminará tabúes por mala información sexual. Por otro lado, la hipnosis, EMDR y otras técnicas consiguen que, estando relajada, la mujer destape su subconsciente. Además, si es posible, la terapia con la pareja puede ayudar y mucho en los conflictos que están provocando el bloqueo.

Lo cierto es que el dolor coital y el vaginismo llegan desde la cabeza y acaban ocasionando un bajo deseo sexual. En definitiva, cualquier cuestión íntima que nos genere un problema debe ser asumida con optimismo para resolverla. Estamos aquí para asesorarte en todo lo que necesites.

Blanca Isabel Soria Arranz

Sexóloga