Olvida el dolor coital gracias a una terapia adecuada

Olvida el dolor coital gracias a una terapia adecuada - PsicoÓptima

El vaginismo y la dispareunia, dolor durante el coito, son unos de los problemas sexuales femeninos tratados con mayor éxito con tasas , según algunos estudios de hasta el 100%.

El tratamiento es un proceso manejable y gradual en que se aúnan ejercicios físicos con la búsqueda y resolución de los factores psíquicos y afectivos que han sido predisponentes, precipitantes y mantenedores del bloqueo.

El vaginismo es una disfunción sexual en el que la vagina se tensa y comprime, produciendo dolor e impidiendo las relaciones sexuales con penetración, debido a una contracción en las paredes que hace imposible el coito. La dispareunia es el término médico para el dolor durante el coito.

Estos problemas no solo afecta a lo puramente físico, sino que también daña la autoestima y la seguridad de quien lo padezca. Por ello, es totalmente recomendable ponerse en manos de un profesional de la Sexología para iniciar un tratamiento contra el dolor coital.

Por definición, el vaginismo o dolor coital es la contracción involuntaria de los músculos del tercio exterior de la vagina. Esto produce un prolapso, lo que da lugar a una imposibilitación del acto sexual con el coito y la consiguiente introducción del pene o cualquier otro elemento, como por ejemplo, el instrumental realizado para una inspección médica. Como vemos, no solo afecta al acto sexual, ya que incluso el uso de un tampón se vería perjudicado por ello.

Por otra parte, la dispareunia se produce por las mismas causas aunque la constricción es menor y, aunque hay dolor durante el coito, no impide totalmente la penetración y el dolor puede localizarse cuando esta es profunda. Puede sentirse también dolor en otras zonas diferentes de la vagina, así como escozor, picor o molestias.

Además de los efectos físicos en la vagina, las pacientes suelen padecer una fobia irrefrenable al coito y a la penetración en la vagina. Esta fobia hará también que los intentos de coito sean dolorosos y desagradables.

El dolor coital se clasifica en primario y secundario. El primario es aquel que se ha dado desde la primera relación sexual, mientras que en el secundario sí han habido relaciones sexuales, hasta que un trauma psicológico o una enfermedad hacen que aparezca un miedo a que el dolor padecido durante estas dolencias vuelva a aparecer. Por lo tanto, surge una contracción involuntaria de los músculos vaginales.


Consecuencias psicológicas del vaginismo

El aspecto psicológico se ve también muy dañado por el vaginismo, ya que puede ejercer un efecto psicológico muy negativo no solo en la mujer sino también en el hombre. Las mujeres se encuentran en una situación confusa, ya que muchas de ellas, por vergüenza o presión social (o ambas), no reconocen que padecen esta dolencia, por lo que no piden ayuda. Además, los continuos intentos de la pareja por conseguir una penetración indolora y gratificante sin tener en cuenta las pautas de un profesional pueden causarle a ella un gran dolor físico, aparte de sentirse frustrada y en algunos casos aterrorizada por estos intentos.

Es algo muy común que las mujeres intenten evitar todo contacto sexual cuando se padece de vaginismo, ya que cualquier situación provocará ansiedad, tensión y rabia. Estos sentimientos solo se ven calmados una vez cesa el “peligro” de penetración. Esta respuesta reforzará la pauta de evitación, lo que hará aumentar el síntoma de vaginismo.

El tratamiento por parte de un profesional de la sexología asegurará que el bloqueo inconsciente desaparezca gracias a una terapia adecuada.

Blanca Isabel Soria Arranz

Sexóloga