Ser feliz en pareja según el budismo y otras teorías del humanismo cristiano

Ser feliz en pareja según el budismo y otras teorías del humanismo cristiano - PsicoÓptima
En «El arte de amar» de Erich Fromm se dice que son necesarios tres requisitos fundamentales para ser
feliz en pareja: respeto , cuidado y conocimiento. Curiosamente, con más o menos características o matices, es lo que vienen a decir todos los estudios positivos sobre las relaciones de amor en pareja. Desde la Psicología, el Psicoanálisis, el mismo Gottman, experto en Terapia de Pareja, y también, desde Oriente, en la tradición budista, entre otros.

Esta última habla de «verdadero amor » en términos de amor bondadoso. Sus características las define con cuatro términos: compasión, alegría, ecuanimidad e inclusión. El budismo habla de él como «maitri» (amor bondadoso). Este tipo de amor te genera felicidad, y se lo ofrece, también, a tu ser amado.

Para dar felicidad no basta con la voluntad de hacerlo, es necesario entender al otro: hay que comprender a la otra persona y para conseguirlo es necesario capacitarse. La capacitación para la comprensión se hace mediante la escucha y la observación. También apoyándonos en el estudio y consejo de quienes ya lo han entendido, en este caso, profesionales de la Terapia de Pareja que tras entrevista en que toman datos para conoceros a vosotros y a vuestros problemas, puedan ayudaros a comprenderos.

Si no lo entendemos, podemos generosamente darle algo que no le haga feliz, o, incluso, que le haga desgraciado, aunque a nosotros nos guste mucho. Imagínate que una mujer le regala a un hombre un coche deportivo magnífico y él es amante de lo ecológico y detesta conducir. No lo haría feliz, indiscutiblemente, y le incomodaría poniéndole en situación de tener que usar el turismo sin que le gustara. Del mismo modo ocurre en el terreno psico-afectivo y sexual. Esto es lo mismo a lo que se refiere Erich Fromm cuando habla de conocimiento del otro y de uno mismo.

Este añade además el respeto por la otredad. No somos iguales, tenemos diferentes sentimientos e ideas sobre el mundo que nos rodea y sobre nosotros mismos. Hay que aceptarse a uno mismo y al otro y no intentar cambiarlo y ni mucho menos adaptarlo a nuestras ideas o necesidades.

La falta de respeto genera la crítica, la desvalorización que es uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis de los que habla Gottman: «La Crítica, que lleva al Desprecio que ocasiona una actitud defensiva constante, son tres de los cuatro jinetes del Apocalipsis de la pareja. El cuarto es la habilidad de no escuchar al otro, o se le deja hablar sin hacerle caso, o se habla tanto que no se le deja meter baza.» Escuchar y empatizar con el otro promoverá la intimidad de la pareja y esta nos hará sentir plenos y confiados.

El entender al otro creará amor y felicidad consiguiendo ser feliz en pareja

– La Compasión remueve el dolor. Observando y escuchando a nuestra pareja entenderemos sus momentos de felicidad y de sufrimiento. Entenderemos sus causas y le podremos ayudar. Estaremos acompañándole desde la empatía, poniéndonos en su lugar. El que nuestra pareja sienta nuestra compasión será sanador para ella.

-La tradición budista habla también de inclusión, es lo que la cristiana bendice en lo que llama «santo matrimonio«. «Carne de tu carne….y sangre de tu sangre». Sus problemas ya no serán sólo los suyos, los incluirás cómo tuyos para ayudar y compartir la carga que estos suponen. Se trata de la ecuanimidad, igualdad, en el peso de los problemas soportados, a la que aludía el budismo. No es verdadero amor si no es así. Es el «cuidado» al que alude Fromm, cuidar de las necesidades y sentimientos de tu pareja como cuidas de las tuyas propias.

-Por último del pequeño recorrido que hacemos aquí, está la alegría. «Si haces llorar a la otra persona , eso no es verdadero amor.” Se consigue mediante el cuidado de uno mismo y de nuestro cuerpo. Los budistas hablan de la respiración profunda, la meditación y relajación como herramientas, pero hay muchas en todas las cultura. Tras la paz desde dentro de uno mismo, uno logra estar fresco, despreocupado cuando llega a la otra persona y amoroso. Uno puede así darse, dedicándose a hacerla feliz, y disfrutar de su presencia sintiéndose feliz uno mismo. Esto produce acercamiento y alegría, que hará que la relación de pareja se fortalezca y sus vínculos se estrechen cada vez más.

Y finalmente, hemos de recordar, que lo que hemos enumerado, concierne a un todo orgánico de la vida en pareja. A lo material y a todo lo que aúna lo espiritual, psicológico, afectivo y sexual, sin excluir a ninguno de los ámbitos.

Blanca Isabel Soria Arranz

Sexóloga

IMAGEN: Pxhere