Desacelerar el amor. Aunque se sabe que la tendencia a «tranquilizarnos» es más saludable en el trabajo y en el resto de tareas y obligaciones y que el estrés afecta negativamente cada vez más a nuestras vidas, los beneficios de una vida más lenta y serena están bien establecidos. Sin embargo, nuestras relaciones amorosas siguen estando gobernadas por una obsolescencia excesiva y un tipo de relación amorosa que a menudo nos impide realizar encuentros duraderos.
En las parejas estables, el estrés de nuestra vida diaria a veces también pone el amor en último lugar. ¿Cuántos se quejan de la falta de atención de su pareja, una rutina que se establece por inercia o una sexualidad a media asta?
¿No será también la clave de nuestra felicidad en pareja, desacelerar el amor y tomarse – de verdad – tiempo para compartir con el otro?
Al igual que las emociones, los sentimientos han sido objeto desde hace algunos años, de estudios y experimentos científicos. Casi todos ellos coinciden hoy en seis comportamientos que hacen que los amores felices duren. En un artículo publicado en Psychology Today (21 de marzo de 2016), Rita Watson, especialista en educación y vinculación, reunió varios estudios autorizados. centrándose en el papel desempeñado por la oxitocina.
Muchos dirán que la sabiduría popular ya conocía muchos de estos principios de los que se habla en la Terapia de Pareja. Pero hoy, lo que se creía intuitivamente, muchas veces, ya está probado por los investigadores.
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Qué hacer para desacelerar el amor
Estos serían los que consideran los investigadores los hechos más importantes sobre los que poner hincapié para desacelerar el amor a la hora de querer procurar mantener una pareja feliz, que se prolongue en el tiempo. Te los comentamos en Psicoóptima:
Multiplica abrazos
Erotismo erótico, besos, abrazos, caricias, masajes… Cuanto más frecuente es el contacto corporal, más oxitocina, neuropéptido (que actúa como neurotransmisor) sintetizado por el cerebro y comúnmente llamado «unión hormonal, felicidad» y placer, o «droga de amor» entre los anglosajones. Esta hormona es liberada en grandes cantidades en el momento del parto por la madre. Su producción continúa con la lactancia materna. Muchos estudios han demostrado que la oxitocina desempeña un papel importante en la construcción y el fortalecimiento de las relaciones, tanto de la familia como del amor, e incluso de la amistad.
Nuestro consejo: no esperes un momento para abrazar a tu pareja. Cuantos más contactos agradables tengas, más quieres dar y recibir.
Trata al otro y hablarle con respeto
El respeto se define como la consideración por los sentimientos y necesidades del otro.
La elección de las palabras, el tono de la voz, todo cuenta cuando se habla con tu pareja. Cuanto más marcado está el respeto hacia el punto de vista del otro, de sus valores, cuanto más amigable y tierno es el tono, más intenso es el sentimiento de ser comprendido y apreciado por su verdadero valor, porque realmente, el otro percibe que cuidas de sus sentimientos. Esta percepción de que el otro no es ni un adversario ni una persona dominante refuerza los lazos de intimidad. Los compromisos son más fáciles de encontrar y los conflictos son más escasos.
Nuestro consejo: discúlpate después de cada fallo, en lugar de minimizar el impacto del tono inadecuado y las palabras poco respetuosas o hirientes en el otro.
Sería, según los investigadores de la Universidad de California, Berkeley (que probó a setenta y siete parejas), un verdadero «pegamento» en las relaciones románticas. Una vez más, lo que está involucrado es la oxitocina: su ritmo aumenta bruscamente después de cada manifestación de gratitud, al ingresar a la pareja en un círculo virtuoso. De hecho, la pareja que recibe la gratitud del otro envía un mensaje positivo, que finalmente da a ambos el deseo de continuar actuando y expresarse «positivamente».
Nuestro consejo: dejar de confundir intimidad y confianza o familiaridad con falta de consideración. Dar las gracias, elogiar, es reconocer lo valioso que es para nosotros lo que el otro hace, darle valor debe ser parte de la relación «ordinaria». Si tratamos de actuar unos días como si acabáramos de conocernos, dando las gracias cada vez que hagan algo por nosotros, puede ser una forma efectiva de cambiar el comportamiento.
Mantén tus ilusiones positivas para desacelerar el amor
Cuanto más tiempo tenemos presente, en nuestra percepción del otro, las cualidades que le atribuimos al principio (inteligencia, encanto, amabilidad, etc.), y que nos enamoraron, más persiste la «ilusión de amor» y más dura la relación. Todos los humanos tendemos a «atenernos» a la visión que se tiene de nosotros y, en su mayor parte, a preferir relaciones narcisísticamente gratificantes. En lugar de hacer comparaciones desvalorizantes, produciendo juicios muy críticos, las parejas estables a largo plazo continúan viendo y priorizando lo que les atrae en el otro.
Nuestro consejo: después de cada crítica, enfoca tu mente en lo que es bueno y hermoso en el otro. Esto evita crear distancia emocional.
Escribe y reescribe vuestra historia
Podemos contar nuestra historia de amor, no como un cuento de hadas, sino como un cuento de brujas. Este puede ser el caso cuando uno necesita criticar al otro, desahogarse o divertir a la galería. Esta elección de narrativa no deja de tener consecuencias: muchos estudios muestran que las narrativas negativas influyen en las historias de amor que generalmente terminan mal. Por otro lado, y aunque la historia haya tenido momentos buenos y malos, si tomamos la decisión de contarla de manera positiva, el resto seguirá percibiéndose como positivo, y la realidad terminará captando la ficción. ¿Shakespeare no dijo que estamos hechos de lo mismo que los sueños? Mejor evitar dar demasiada importancia a las pesadillas.
Nuestro consejo: tomarse el tiempo para enumerar todos los beneficios de vivir juntos influye positivamente en nuestra perspectiva. No es practicar el pensamiento mágico, sino elegir obtener lo mejor para tu pareja. Como ejercicio, podéis hacer el clásico de Terapia de Pareja llamado del pille: consiste en «pillar» al otro haciendo o diciendo algo que nos agrada, decírselo y registrar el hecho y su reacción cuando lo ponemos en valor, durante una o varias semanas. Así recuperaremos el sesgo positivo en la perspectiva desde la que miramos nuestra pareja. Y si no lo lográis, podéis poneros en contacto con vuestro terapeuta para que os aconseje.
Elige el perdón
Engaño o traición, cada uno puede optar por irse o quedarse. Pero si uno opta por esta segunda opción, es mejor comprometerse a perdonar verdaderamente, tomándose el tiempo necesario para lograrlo. Una vez que se toma la decisión y se completa el proceso de «digestión», es absolutamente necesario abstenerse de culpar al otro por su fracaso, por su culpa. Esta es la condición sine qua non para darle a la relación todas las posibilidades de continuar en un clima satisfactorio. Tenga en cuenta que perdonar no significa tomar el poder sobre la otra persona, manipularla o hacer que se sienta culpable , sino decidir a sabiendas pasar la página. Tampoco significa aceptar o justificar lo que haya pasado. Y, desde luego, tenemos derecho a exigir un compromiso firme por parte del otro de que aquello que nos hizo daño, no volverá a ocurrir.
Nuestro consejo: Una vez realizado el perdón, aprender a pasar buenos momentos, buenos días, con las pequeñas alegrías que compartimos con el otro, en lugar de culpabilizar y reprochar. Esto, claro, después de haber elaborado el perdón, lo que requiere un tiempo, mucho diálogo, total franqueza y empatía y reconocimiento de la culpa por parte del que ha proferido el daño.
¿Durará tu pareja?
¿Dónde estás exactamente en tu relación? ¿Es estable y fuerte? ¿O frágil y vulnerable? Se recomienda realizar una prueba expresando vuestro parecer por turnos y, por supuesto, comparar el tipo de pareja y las expectativas que tiene como modelo o paradigma cada uno. Los resultados, diferenciados o comunes, nos llevarán a una sana discusión donde realizar convenios claros entre los miembros, que es el objetivo de la prueba.
Blanca Isabel Soria Arranz
Sexóloga, Psicoterapeuta Experta en Terapia de Pareja
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