Cómo superar cuando nos dejan por otra persona

Cómo superar cuando nos dejan por otra persona - PsicoÓptima

Cuando nos dejan por otra persona. Cuando tu pareja se va, y más si lo hace por otra persona, te sientes deprimido, apático, enfadado, desesperado, pierdes la concentración para trabajar o estudiar y sientes un vacío que crees que sólo el regreso de tu pareja puede llenar. Durante mucho tiempo vives pidiendo y soñando que tu pareja vuelva porque crees que sin él o ella no puedes ser feliz. Atravesar un estado de aflicción es una de las experiencias más complicadas de la vida y una de las que más nos abren al autodescubrimiento. Sé que hace falta mucha valentía y arrojo para conversar con nuestros estados de ánimo en los momentos más duros de una ruptura, pero también sé que ese espacio íntimo que construyas para ti, será tu nido, tu hogar y el fértil campo en el que podrás plantar las semillas de tu despertar al amor verdadero.

El primer paso para empezar una buena recuperación es aceptar que la relación terminó. Aceptar quiere decir reconocer que todo se acabó entre nosotros como pareja y que nuestra relación no volverá a ser la misma. Tomar conciencia y certeza de que cuando nuestra ex-pareja nos dijo que ya no nos ama, y más si afirma que se enamoró de otra persona, que ya no quiere vivir con nosotros y que ha iniciado otra relación, lo dijo en serio y que nuestra relación finalizó.

Mientras no lo aceptemos y de alguna manera, dentro de nosotros, sigamos esperando que vuelva, no vamos a poder superar la ruptura. Además, nos va a dar igual que lo aceptemos o no, nuestra realidad respecto a la relación va a ser la misma. Acabó, nos guste o no.

Si la dejamos atrás, si cerramos esa puerta en lugar de seguir esperando ligados a ella, tendremos la posibilidad, como afirma el dicho popular, de que otra se abra.

Si creemos, equivocadamente, que no podemos hacer nada para sentirnos mejor, mientras amemos a nuestra ex-pareja, estamos cometiendo un error. El dolor y el sufrimiento pueden durar mucho tiempo, pero a pesar de dichos sentimientos, desde un principio debemos tener el deseo y hacer todo lo posible para estar bien.

Según Elena López Casado, los dos frenos más importantes para superar el desamor en el ser humano, especialmente cuando nos dejan por otra persona, suelen ser la queja y la excusa. La queja obedece a la actitud de un niño que llama la atención porque desea ser consolado. La excusa la emplean los niños que quieren ser exculpados de su responsabilidad en un asunto. En el fondo, el mundo de los adultos no difiere mucho del de los niños. La queja y la excusa las usamos como armas para no hacer nada y seguir recreando un drama alrededor de una situación de la que podemos salir. Si acabas de romper con tu pareja, quizá esta afirmación te resulte dura, seca y áspera. Sé que estás en un torbellino emocional complejo, pero es necesario que no pierdas de vista esta afirmación que acabo de hacer. Puedes remontar, puedes renacer, puedes volar y puedes ser libre.

La metamorfosis es un término que procede del griego y significa alteración de la forma. La metamorfosis es un proceso de transformación mediante el cual un objeto o entidad cambia de forma. Con la queja en primer plano y la excusa como compañera de viaje, estamos condenados a vivir en una especie de bucle interminable que nos clava a una realidad antipática donde se nos hace imposible transformarnos cuando nos dejan por otra persona. En ese país que nos hemos creado, siempre hacemos lo mismo y siempre pasa lo mismo. En ese territorio nos vemos a nosotros como orugas sin alas y a los demás como mariposas libres, cuando la realidad es que también somos mariposas con la única salvedad de que nuestras alas están escondidas bajo el telón de la pesadumbre que nos hemos generado tras la ruptura y a la que somos adictos.

Te propongo que cambiemos el inicio de la pregunta «¿Por qué te has ido?». En su lugar vamos a preguntarnos lo siguiente: «¿Para qué te has ido? ». Ambas cuestiones apuntan a direcciones distintas y sus resultados, por tanto, también difieren. Una pregunta encabezada con un «por qué» nos lleva a buscar una causa, una razón o una justificación a un hecho. Generalmente esos «¿por qué…?» llevan una crítica encubierta detrás, nos encierran en el lado más oscuro de la situación, levantan barreras y activan nuestra obsesión por encontrar una razón lógica, racional y analítica.

El «para qué» es un inicio abierto que nos ayuda a profundizar en nuestro interior, hace que el foco del asunto recaiga sobre nuestra vida y evita que nos obsesionemos con la persona que se acaba de ir de nuestra vida y con las razones que tuvo para romper la relación, eleva nuestra conciencia y nos hace darnos cuenta de dónde estamos para descubrir una nueva información que potencie nuestra capacidad para actuar y dar pasos en nuestra vida, independientemente de lo que nos haya sucedido.

Este cambio de perspectiva te va a ayudar a atravesar el duelo en el que estás inmerso y combinará la información de tu mente de otra forma. No le des la espalda al duelo porque, de hacerlo, te acompañará para siempre en tu vida y se enquistará de tal manera que será complicada la labor de despegarte de él. El duelo aparece siempre que algo querido, importante o prioritario desaparece de nuestras vidas.

La pérdida, sobre todo cuando nos dejan por otra persona, hay que procesarla e integrarla a través de un proceso de adaptación emocional y de regulación vital, que es en lo que consiste el duelo, y en el que se suelen advertir estas tres fases generales:

El duelo aparece siempre que algo querido, importante o prioritario desaparece de nuestras vidas.

Esa pérdida hay que procesarla e integrarla a través de un proceso de adaptación emocional y de regulación vital, que es en lo que consiste el duelo, y en el que se suelen advertir estas tres fases generales:

• La fase inicial caracterizada por la evitación que surge como un mecanismo de defensa ante la rudeza o crueldad de la realidad y que perdura en el tiempo hasta que seamos capaces de asimilar la pérdida, algo que se hace de manera gradual.

• La aceptación, de la que hablamos antes, nos llevará a la fase intensa o aguda de duelo que está dominada por un desinterés hacia el mundo exterior, por la inhibición de toda productividad y por un gran dolor que puede tomar forma de tristeza extrema o de rabia. La angustia se apodera de nosotros y nada tiene sentido. En esta etapa experimentamos unos confusos altibajos emocionales que nos desconciertan en ocasiones.

• La fase de resolución del duelo se inicia con la escalonada reconexión con la vida, con la estabilización del efecto montaña rusa de la etapa intensa y con la disolución del dolor agudo.

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Otros de los problemas que nos pueden impedir superar cuando nos dejan

-Idealizar a nuestra ex-pareja: con frecuencia olvidamos los problemas que tuvimos con ella y sus defectos y magnificamos sus cualidades y el bienestar que nos proporcionaba estar con ella. Cualquier otra relación nos parece inimaginable que pueda ser tan «maravillosa».

Culparnos exclusivamente de lo sucedido, sin tener en cuenta que la separación la producen distintas causas. La principal es un cambio en los sentimientos, valores, pensamientos y percepción de nuestra pareja. Esto nos hace obsesionarnos con los sentimientos de culpa y así no podemos recuperarnos.

-Pensar que si mejoramos nuestra forma de ser, nuestro físico o hacemos algo como iniciar mejor trabajo, ganar más dinero, volvernos más «interesantes»etc… volveríamos a tener el control de la situación y él o ella regresaría enamorado.

Esto perjudica nuestra autoestima y nos impide atravesar el dolor y dejarlo atrás para poder empezar con momentos más felices de nuestra vida.

Pero… las separaciones más duras son cuando nos dejan por otra persona

Los expertos aseguran que las separaciones más dolorosas son aquellas cuando nos dejan por otra persona. En estos casos, Nuria Jorba señala que no es lo mismo «romper de una forma sana y con buenas formas, que sufrir un engaño y una traición, porque esto afectará nuestra autoestima, nuestra seguridad personal”.

Cuando nos dejan por otra persona destrozan nuestra autoestima, porque todos nos preguntamos, inevitablemente, qué tiene el otro o la otra que lo hace más amable, más deseable, que lo prefieran a nosotros. Aunque esto no tiene por qué ser real, simplemente, nuestra pareja puede sentirse mejor con la otra persona en esa etapa de su vida y ésta no tiene porqué superarnos en nada.

La parte buena es que asimilando unas pequeñas lecciones sacará oro de estas ruinas; y ahí sí, tendrá que llamarlo para agradecérselo. Primer capítulo, según Jorba: ser consciente de sus miserias, para poder digerirlas, y tener algo claro, «esto no tiene por qué pasar de nuevo».

La infidelidad de la que el abandonado es objeto estaba ocultando un conflicto (conviene recordarlo). «En general, esta clase de engaños es un intento de satisfacer necesidades no cubiertas. Por ejemplo, evadir problemas de la relación, una necesidad por sentirse deseado, miedo a dejar la relación actual y hacer daño o a no encontrar el cariño y afecto necesarios en la relación oficial», zanja Lara Castro, también experta en psicología.

Blanca Isabel Soria Arranz

Sexóloga, Psicoterapeuta Experta en Terapia de Pareja

Imagen: Freepik